Érase una vez…La Epigenética: La influencia del ambiente.

La comprensión de los fenómenos de salud y enfermedad se ha convertido en las últimas décadas en un reto de la ciencia y de la propia medicina, desafiando y revisando el paradigma tradicional. El cuento de hoy viene a hablar de una ventana esperanzadora que contrarresta el determinismo genético, me refiero a la Epigenética.

Tras el descubrimiento del ADN en 1953 y su posterior culminación en 2003 con la secuenciación completa y, gracias al desarrollo de avances en el ámbito computacional necesarios para el procesamiento de datos, llegábamos a una tierra fértil donde acampar. La detección de anomalías genéticas responsables de enfermedades, un mapamundi de cada uno de nosotros con las alteraciones que pueden causar enfermedades.

Pero espera, ¿que pueden causar enfermedades? ¿NO estamos abocados ello? ¿Qué determina que la desarrollemos o no?

Pues aquí es donde hace aparición nuestra protagonista, la epigenética. Este término fue acuñado por un tal Waddington en 1931, quien la definió como «el estudio de todos los eventos que llevan al desenvolvimiento del programa genético del desarrollo» o el complejo «proceso de desarrollo que media entre genotipo y fenotipo”. Sin embargo, fue Holliday quien propuso por primera vez en 1987, el posible rol de la epigenética en la herencia de enfermedades. Pero si nos retrotraemos a la historia, es entre los siglos VI y IV a.C. que se creo en Grecia una escuela de medicina y filosofía basada en el principio de que el comportamiento y el entorno son determinantes esenciales de la salud y la enfermedad. Sabios occidentales y orientales como Hipócrates de Cos y Patañjali hicieron hincapié en que el mantenimiento de la salud estaba ligado al entorno social, a la dieta, al ejercicio físico y tan o más importante aún, a la actividad de la mente. No parece tan difícil entender que todo con lo que nos relacionamos tiene un efecto en nosotros. ¿Te has planteado alguna vez la cascada bioquímica que se da en tu cuerpo cada vez que suena el teléfono mientras esperas una llamada de tu jefe?

La epigenética es el campo que estudia como los genes pueden ser modulados según el ambiente en el que se encuentran, regulando la expresión génica sin modificar el ADN.

Estas modificaciones juegan un papel fundamental en la regulación de la expresión génica y en la determinación de la función y el destino de las células.

Oye Coco, ¿me cuentas un poco más que es eso de la expresión génica? Claro! se refiere al proceso mediante el cual la información genética almacenada en los genes se utiliza para sintetizar proteínas funcionales. Implica la transcripción del ADN en ARN mensajero (ARNm) y la posterior traducción del ARNm en proteínas. La expresión génica puede ser regulada, es decir, ciertos genes pueden activarse o desactivarse en diferentes momentos y en diferentes tipos celulares. Esto permite que las células produzcan las proteínas necesarias para su función específica. La diferenciación celular es un proceso fundamental en el desarrollo de los organismos multicelulares. Se refiere a la transformación de células no especializadas en células especializadas con funciones específicas en un organismo. A medida que un organismo se desarrolla, las células se diferencian para formar diferentes tipos de tejidos y órganos.

La diferenciación celular está regulada por una combinación de factores intrínsecos y extrínsecos. Los factores intrínsecos incluyen los genes y la expresión génica, mientras que los factores extrínsecos incluyen las señales químicas del entorno celular.

Aquí entrarían en acción las marcas epigenéticas ya que cambiarían la forma en que se expresan , silenciando o activando regiones enteras del cromosoma y con ello, determinada enfermedad. Son mecanismos bioquímicos, el más importante, o más bien, del que se tiene mayor evidencia, es la metilación del ADN, aunque también están descritos modificaciones en las histonas tales como acetilación y desacetilación y los micro-ARN.

Quizás todo esto te parezca que está escrito en bielorruso, pero viene a decir, de una manera muy grosera, que según el ambiente bioquímico al  expongas a tus células, se desarrollarán o no, las alteraciones que tienes en tu mapa genético. No te parece un ¡guau?

Y ahora te preguntarás, ¿y cuales son los determinantes que afectan a la aparición de tales marcas epigenéticas? Pues, el primero que se reconoce y que gana por goleada es la nutrición. Pero hay muchos más, desde algunos evidentes como los rayos uv, el alcohol o las drogas, y el estrés,  hasta determinantes  el nivel socioeconómico, el lugar de residencia, el cuidado materno, las relaciones personales o la actitud frente a la vida. (Marcela Broco, investigadora adjunta de Investigaciones Biotecnológicas- Instituto de Chascomús, Argentina. Artículo en concite.gov.ar). ¡Imagínate todos los que están por estudiar…!

La epigenética vislumbra la imperiosa necesidad de nuevas estrategias que conduzcan al autocuidado y a la toma de consciencia de aquellas conductas, pensamientos y programas inconscientes que nos dañan para mejorar la calidad de vida de la persona y reducir la carga por el impacto de las enfermedades. Además de  devolve el papel de protagonista al individuo, quien en una constante interacción, se convierte en su propio agente de salud.

Nos quedamos con esta frase de Judith Stern, “La genética carga el arma pero el ambiente aprieta el gatillo”